sábado, 16 de abril de 2011

EL MADRID CASTIZO

Se trata del Madrid más escondido, aunque no lejos del centro, que nos aproxima hacia un mundo muy distinto al de la típica imagen de la ciudad como capital señorial y elegante.
Es decir, que nos acerca a una realidad más bien tradicional, multicultural y clasista.
Un paseo que, sin duda alguna, recomiendo dado que, al menos en mi opinión, siempre es beneficioso apreciar imágenes distintas de una misma ciudad.

El Madrid Castizo, pues, englobaría barrios tales como Lavapiés, La Latina y Vallecas.

Lavapiés
Barrio carismático, con calles estrechas y tradicionales, que inspiró las zarzuelas y el curioso nombre de "Manolos" para designar a sus vecinos.

El elemento más característico de este pequeño barrio es, sin duda alguna, sus corralas, patios interiores de viviendas en los que sus vecinos hacen vida, tienden la ropa, se reúnen, etc.

Podemos encontrar algunos de ellos en las siguientes calles:
- entre las calles Tribulete y Sombrete
- calle Dr. Fourquet
- calle Ave María
- calle Buenavista
- calle Rodas




La apreciación de la Antigua Fábrica de Tabacos también es destacable.

La Plaza de Lavapies es el centro del barrio por excelencia, el punto de reunión de sus vecinos, así como también tienen esta misma función calles como Embajadores o de la Cabeza, la Plaza de Antón Martín o la Glorieta de Embajadores.

Por lo tanto, más que una visita turística, lo que propongo con esta ruta es un paseo sin rumbo por algunas de sus calles y, de esta manera, conocer cada uno de sus rincones más recónditos y curiosos para saborear la esencia del barrio.

No obstante, es recomendable no llevar objetos de mucho valor o bolsos, mochilas y demás fácilmente accesibles a los carteristas.

La Latina
De la misma manera que en el caso de Lavapies, un paseo tranquilo es lo más recomendable para conocer esta zona de Madrid.

Son muchas las calles estrechas y empinadas que encontraremos en el barrio, tales como Mesón de Paredes o Miquel Servet.
Otras calles interesantes son la del Duque de Alba o la del Mira del Río Baja.
Además, podemos observar y vivir plazas tan carismáticas como serían los casos de la Plaza de la Paja, desde la cual nació y creció el Madrid medieval, la del Cascorro o la de la Vara del Rey.

Destacar la plaza Tirso de Molina como una de las más repletas de pequeños bares, tabernas y comercios más antiguos, así como también su mercado de flores.



Pero lo que da más popularidad al barrio es su conocido mercadillo de los domingo, el Rastro, del que se dice que lo que uno no puede encontrar en él es porque no existe, dada la gran variedad de productos variopintos que podemos encontrar en él.
Su eje central lo encontramos en la Ribera de Curtidores.

Vallecas
Más apartado del centro, se trata de un barrio con identidad propia dado que, años atrás, era un pueblo independiente de la capital. De ahí que, incluso, tenga un equipo de fútbol propio: el Rayo Vallecano.

Han sido muchos los esfuerzos realizados para, de la misma manera que lo hizo el Bronx neoyorquino, pasar de la marginalidad a un barrio popular completamente integrado en la ciudad.

Su nombre proviene de su antiguo nombre "Valle del Moro Kas" y en él, podemos destacar las visitas como la del Cerro del Tío Pío; la Albufera, el eje comercial del barrio; la Asamblea de Madrid; el Estadio del Rayo Vallecano; el Bulevar con su Monumento a la Abuela Roquera; o la Cofradía Marinera de Vallecas.

Pequeños subdivisiones del barrio serían las siguientes:

- Puente de Vallecas, donde se dio la conocida Batalla Naval.
- Villa de Vallecas, centro del barrio
- Barrio de Santa Eugenia
- Pozo del Tío Raimundo, de donde provenían muchos de los fallecidos en el trágico atentado terrorista de la Estación de Atocha.

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